El voluntariado es el trabajo de las personas que sirven a una comunidad o al medio ambiente por decisión propia y libre. El término también hace referencia al conjunto de dichas personas: los voluntarios. Por definición, los voluntarios no cobran por su trabajo, ni reciben honores o gratificaciones de clase alguna, ni para sí mismos, ni para terceros.[1]
En la Plataforma del Voluntariado de España [2] se ha consensuado la siguiente definición de voluntariado con sus diferentes entidades y plataformas:
La Acción Voluntaria organizada es aquella que se desarrolla dentro de una organización sin ánimo de lucro por personas físicas que, de manera altruista y solidaria, intervienen con las personas y la realidad social, frente a situaciones de vulneración, privación o falta de derechos u oportunidades para alcanzar una mejor calidad de vida, y una mayor cohesión y justicia social como expresión de ciudadanía activa organizada.[3]
Hay diferentes motivaciones que mueven a estas personas a dedicar parte de su tiempo y de su creatividad y de su saber al trabajo no remunerado. También hay distintas maneras de ser voluntario: una clasificación básica distingue al voluntariado formal (el realizado dentro de organizaciones no lucrativas) del informal (los voluntarios actúan individualmente o en grupos no registrados). Otra clasificación elemental distinguiría el voluntariado en el que los beneficiarios son personas, de aquel en el que el trabajo mejora el medio ambiente (en general o parte de él: animales, plantas, etc.), o bien el trabajo orientado hacia las organizaciones no lucrativas públicas o privadas de acción social.
El trabajo voluntario debería cumplir tres condiciones principales:
El voluntariado complementa la labor de la administración pública y de los profesionales de la acción social.