William Faulkner | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | William Cuthbert Falkner | |
Nombre en inglés | William Cuthbert Faulkner | |
Nacimiento |
25 de septiembre de 1897 New Albany, Misisipi, Estados Unidos | |
Fallecimiento |
6 de julio de 1962 (64 años) Byhalia, Misisipi, Estados Unidos | |
Causa de muerte | Infarto agudo de miocardio | |
Sepultura | Oxford Memorial Cemetery | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Religión | Presbiterianismo | |
Lengua materna | Inglés estadounidense | |
Familia | ||
Padre | Murry Faulkner | |
Cónyuge | Estelle Oldham (1929-1962) | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, periodista | |
Años activo | Siglo XX | |
Movimiento | Modernismo | |
Géneros | Novela, cuento | |
Obras notables |
El ruido y la furia Mientras agonizo Luz de agosto ¡Absalón, Absalón! | |
Miembro de | Academia Estadounidense de las Artes y las Letras | |
Distinciones |
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Firma | ||
William Cuthbert Faulkner (/ˈwɪljəm fɔːknɚ/;[1] New Albany, 25 de septiembre de 1897-Byhalia, 6 de julio de 1962) fue un escritor estadounidense, reconocido mundialmente por sus novelas experimentales y galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1949 «por su poderosa y artísticamente única contribución a la novela contemporánea estadounidense».[2] También escribió relatos, guiones cinematográficos, ensayos y una obra de teatro.
Faulkner es considerado universalmente como uno de los más importantes creadores de la literatura estadounidense en general y de la literatura sureña en particular, y como uno de los principales modernistas estadounidenses de la década de 1930, en la tradición experimental de escritores europeos como James Joyce, Virginia Woolf, Marcel Proust y Franz Kafka, y conocido por su uso de técnicas literarias innovadoras, como el monólogo interior, la inclusión de múltiples narradores o puntos de vista y los saltos en el tiempo en la narración.
Su influencia es notoria en la generación de escritores hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX. García Márquez en Vivir para contarla y Vargas Llosa en El pez en el agua reconocen su influencia.[3]