En botánica, un zarcillo (también cirro[1] o manecilla)[2] es un tallo, hoja o pecíolo especializado del que se sirven ciertas plantas trepadoras para sujetarse a una superficie o a otras plantas. Existe una gran variedad de zarcillos, siendo los más importantes los de tipo caulinar y foliar.
Los zarcillos pueden ser dextrógiros si el giro en la dirección de crecimiento es como las manecillas del reloj, o levógiros, en sentido contrario a las manijas del reloj.