Las fricativas son consonantes que se producen al forzar el aire a través de un canal estrecho creado por la aproximación de dos órganos articulatorios. Estos pueden ser, por ejemplo, el labio inferior contra los dientes superiores, en el caso de [f]; la parte posterior de la lengua contra el paladar blando, en el caso de la consonante final alemana [x] (la consonante final de Bach); o el lado de la lengua contra los molares, en el caso del galés [ɬ] (que aparece dos veces en el nombre de Llanelli), etc. Este flujo de aire turbulento se llama fricación.